Cuidar a una persona con Alzheimer puede ser muy satisfactorio. Proporcionar cariño y cuidados a una persona nos hace sentir bien. Sin embargo, en otras ocasiones la tarea resulta abrumadora. Cada día surgen nuevas dificultades y la responsabilidad es mayor, ya que los cambios pueden ocurrir lentamente a través de un largo periodo de tiempo.
El Alzheimer es una enfermedad que produce graves alteraciones en el cerebro. Quienes la sufren pierden la habilidad de recordar y pensar con claridad, además de tener dificultades para cuidar de sí mismos. La enfermedad empeora con el tiempo, por lo que necesitan cada vez más ayuda.
En este artículo ofrecemos una serie de consejos y recomendaciones para todas aquellas personas que cuidan a familiares y seres queridos con Alzheimer. La información proviene de guías especializadas como la que proporciona el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU, y otros artículos basados en investigaciones médicas y experiencias de personas que cuidan a enfermos.
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¿Es bueno cambiar de casa una persona con Alzheimer?
Según el doctor Eric Tangalos, codirector del Núcleo de Transferencia de Información del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer en Mayo Clinic, una persona con Alzheimer debe estar en casa con su familia para poder retrasar la enfermedad. Está comprobado que los afectados empeoran significativamente cuando salen de su entorno habitual para algún evento como una cena de Navidad. La persona se siente confundida y frustrada, ya que necesita estar en su casa y saber dónde está la escalera o el baño.
Por tanto, la mejor opción siempre es que el paciente permanezca en su casa y sea atendido por sus seres queridos para evitar que se desoriente y se confunda con frecuencia. Sin embargo, cuando los síntomas de la enfermedad empeoran, muchas personas pueden sentirse sobrepasadas por las crecientes necesidades del enfermo. Ante esta situación, contratar a un cuidador o cuidadora especializada en Alzheimer puede ser una gran ayuda a la hora de garantizar el cuidado óptimo de nuestro familiar, sin tener que cambiar su entorno.
¿Por qué lloran los enfermos de Alzheimer?
El Alzheimer produce cambios en la personalidad y en el comportamiento. Al provocar que las células del cerebro mueran, causa dificultades en el funcionamiento del mismo a lo largo del tiempo. Esto tiene un gran impacto en la conducta de una persona. Algunos días se encontrará bien y otros puede cambiar radicalmente.
Es bastante habitual que los enfermos de demencia o Alzheimer lloren con facilidad. Lo primero que hay que hacer ante esta situación es mantener la calma, ya que si permanecemos tranquilos será más fácil resolver la situación. Asimismo, es recomendable:
- Trate de buscar la causa por la que llora la persona, recordando las cosas que han pasado en los últimos días y que han podido provocar la situación.
- Detecte si el llanto es de dolor, miedo, ansiedad o depresión, en cuyo caso deberá consultar con un médico.
- Compruebe si la persona necesita ir al baño, comer o beber agua.
- Reduzca los ruidos para evitar un mayor estrés.
- Busque distracciones. Desviar la atención de los pacientes durante ataques de llanto o gritos hacia actividades que normalmente captan su atención es muy beneficioso.
Otros cambios de personalidad y conducta en las personas con Alzheimer
Podría notar los siguientes cambios de personalidad en un enfermo de Alzheimer:
- Está alterado, preocupado y se enfada con facilidad.
- Parece deprimido y/o muestra escaso interés en las cosas.
- Esconde cosas o cree que otras personas las esconden.
- Cree ver cosas y/o personas que no están ahí.
- Tiende a deambular y salir de su casa.
- Camina incesantemente de un lado a otro.
- Muestra un comportamiento sexual inusual.
- Presenta actitudes de agresividad, tratando de golpear a sus familiares o cuidadores.
- Malinterpreta lo que ve o escucha.
La persona con Alzheimer también puede despreocuparse de su aspecto, dejar de asearse y querer ponerse la misma ropa cada día.
Además de los cambios en el cerebro, hay otros factores que pueden impactar en el comportamiento de las personas con Alzheimer. Pueden tener sentimientos y emociones como:
- Tristeza, miedo o sentirse abrumadas.
- Estrés causado por algo o alguien.
- Confusión después de un cambio de rutina, como un viaje.
- Ansiedad a la hora de ir a algún lugar.
Los cambios de comportamiento o en el estado de ánimo también pueden deberse a problemas de salud como:
- Una enfermedad no diagnosticada y/o dolor.
- Tomar nuevos medicamentos.
- Falta de sueño.
- Infecciones, estreñimiento, hambre o sed.
- Problemas de visión o audición.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Exceso de cafeína.
Otros factores a tener en cuenta son aquellos relacionados con problemas en el entorno del paciente:
- Encontrarse en un lugar que no conoce bien y le causa confusión.
- Exceso de ruidos procedentes de la televisión, la radio, el tráfico o de personas. El ruido puede causar confusión y frustración.
- Pasear y/o caminar por lugares donde el tipo de suelo cambia. Por ejemplo, cuando hay cambios en la textura o la apariencia del suelo, la persona puede pensar que debe tomar un paso hacia abajo, como si hubiese un escalón.
- No entender letreros y sentirse confundido.
- La existencia de espejos en el entorno puede causar que el paciente con Alzheimer piense que la imagen que ve es de otra persona.
Tenga en cuenta que ciertos cambios en la conducta no son causados por el Alzheimer. Por ejemplo, algunos medicamentos, dolores intensos, problemas de visión o audición y el cansancio o la fatiga pueden alterar el comportamiento. Siempre que desconozca la causa del problema, consulte con el médico.
Cómo enfrentar los cambios en la personalidad y en el comportamiento de la persona con Alzheimer
Algunas recomendaciones para enfrentar estos cambios son:
- Sea lo más simple posible. Pregunte o diga una cosa a la vez para no confundir al paciente.
- Mantenga una rutina diaria que ayude a la persona a saber cuándo pasarán ciertas cosas, lo que le dará un mínimo de seguridad en su día a día.
- Recuerde a la persona que está segura con usted y que está ahí para ayudarle y acompañarle siempre.
- Enfóquese en los sentimientos de la persona, no en sus palabras. Por ejemplo, le puede decir: “Pareces preocupado”.
- No discuta ni trate de razonar con la persona.
- Evite mostrar enfado o frustración. Cuando esto ocurra, trate de tomarse un momento, respirar profundo y contar hasta 10. Si no afecta a la seguridad del paciente, salga de la habitación o de la casa por algunos minutos hasta sentirse más tranquilo.
- Use el humor siempre que pueda.
- Asegúrese que hay suficiente espacio seguro para que una persona que tiende a caminar incesantemente pueda hacerlo sin obstáculos. Proporciónele zapatos cómodos y resistentes, así como alimentos a modo de aperitivos para que coma mientras camina y no se debilite. Asimismo, asegúrese que bebe suficientes líquidos.
- Use distracciones como: música, canto o baile; pídale ayuda, por ejemplo, dígale “ayúdame a poner la mesa” o “necesito ayuda para recoger la ropa”.
Cómo enfrentar los problemas de sueño
Para muchas personas con Alzheimer es difícil conciliar el sueño. Algunas pueden sentirse inquietas o irritables cuando se acerca la hora de cenar. Esta agitación es conocida como “síndrome vespertino” o “síndrome sundowning” y puede causar problemas para que la persona se vaya a dormir y permanezca en la cama.
Algunos consejos:
- Ayude a la persona a mantenerse activa durante el día. Limite las siestas y asegúrese que el paciente duerme lo suficiente por las noches. El exceso de cansancio puede aumentar la inquietud de una persona en la tarde o durante la noche.
- Planifique actividades que requieran más energía por la mañana. Por ejemplo, organice un baño por la mañana o una comida familiar a mediodía en lugar de a la noche.
- Cree un ambiente tranquilo en la noche que ayude a la persona a sentirse relajada. Baje la intensidad de las luces, reduzca el nivel de ruido en lo posible y ponga música tranquila y relajante si a la persona le agrada.
- Intente que el paciente se acueste a la misma hora cada noche.
- Establezca rutinas como leer en voz alta antes de que se vaya a dormir.
- Limite la cafeína.
- Use luces nocturnas en el dormitorio, pasillo y en los baños.
Esperamos que estas recomendaciones y consejos te ayuden a controlar las situaciones problemáticas con mayor facilidad. Recuerda que lo más importante es mantener siempre una actitud cariñosa y respetuosa hacia las personas mayores y empatizar con las dificultades que enfrentan en el día a día.
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